La Axencia Galega para o
Desenvolvemento Rural aprobó ayer concederle una subvención de 150.000 euros
para la recuperación del conocido como Muiño Vello de Arteixo. Una casa molino
centenaria que en su día había sido cedida al Concello por Maximino Varela. El
gobierno local presentó para la concesión de esta subvención un proyecto en el
que el inmueble se convertirá en un aula de la naturaleza que tendrá fines
pedagógicos y culturales, además de albergar otro tipo de dependencias
municipales todavía sin definir.
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El molino supera los 200 metros
cuadrados con bajo y primera planta. Supera los cien años y su condición de
molino -uno de los más grandes de la zona- provoca que un canal de agua
atraviese la casa con el objetivo de mover las piedras. Además, en la zona
donde está situado el inmueble, el Concello tiene proyectado un nuevo tramo del
paseo fluvial que conectaría con el que ya existe. El anterior gobierno local
ya intentó restaurarlo al incluir el proyecto dentro del Fondo Estatal de
Empleo para la Sostenibilidad Local (Feels) del Estado, pero no lo pudo llevar
a cabo por problemas urbanísticos.
Arteixo
recupera el proyecto para convertir en aula de la naturaleza el molino de
Minoco.
l bipartito intentó financiar en
2010 la conversión del molino de Minoco en un aula de la naturaleza. Sin
embargo, una sucesión de problemas administrativos hizo desistir al PSOE y a
TeGa. Ahora, el alcalde, Carlos Calvelo, ha decidido retomar esta actuación.
Los escollos que se encontraron en
el anterior mandato respondían a que el inmueble fue cedido por sus
propietarios al Ayuntamiento –familia de Maximino Varela–. Con los fondos
estatales sobre la mesa, el gobierno local tenía la intención de destinar
250.000 euros para recuperar la instalación.
Pero, el convenio urbanístico que
estaba en el consistorio resultó no ser tan claro como parecía y, para que la
administración pudiera utilizar el molino, había que llevar a cabo la
segregación de la parcela.
on los plazos tan ajustados dados
por el Estado para recibir el paquete de ayudas, el gobierno local se tuvo que
conformar con la mera redacción del proyecto inicial que, casualidades de la
vida, lo redactó el propio Calvelo.
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En aquel documento primigenio, se
había planeado para el molino una sala de exposiciones, a modo de aula
didáctica y unas oficinas, para trasladar allí la Concejalía de Medio Ambiente,
que hoy ocupa en precario la antigua casa agraria.
Subvención
Si el anterior gobierno se iba a
gastar 250.000 euros gracias a los fondos estatales, el actual, contará con una
subvención de 150.000 euros que llega de la mano del programa europeo Leader.
En lo que se refiere a los usos, el
Ayuntamiento respeta los fines pedagógicos y culturales del primer proyecto.
También se contemplan otras dependencias municipales que “todavía están sin
definir”, explican desde la administración local.
A mayores, la intención de la
Concejalía de Promoción Económica y Empleo es crear un nuevo tramo de paseo
fluvial que se conectará con el existente. El objetivo es que el propio molino
sea un reclamo para los que disfrutan del paseo, como en Sisalde.
El molino tiene una superficie de
200 metros cuadrados y posee dos plantas. Es uno de los más grandes de la zona
y ya tiene más de un siglo de vida. Un canal de agua atraviesa la casa,
circunstancia que permite mover las piedras del molino.
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